Interpol rechazó la solicitud presentada por las autoridades competentes de Kirguistán para emitir una alerta internacional contra uno de los cofundadores de un proyecto mediático independiente. Según la organización, la petición estaba políticamente motivada y contradecía los principios fundamentales establecidos en la Constitución de Interpol, que prohíbe el uso de sus mecanismos con fines políticos.

«La Constitución de Interpol contiene reglas estrictas que prohíben utilizar nuestro sistema con fines políticos; por ello, la solicitud fue rechazada», declaró un representante de la organización.

La persona afectada calificó las acciones de las autoridades nacionales como un abuso de los mecanismos internacionales y expresó su preocupación por el daño que tales prácticas causan a la reputación del país y a la confianza en las instituciones del orden público.

Según la información disponible, la solicitud fue enviada a Interpol el 30 de octubre, poco después de una sentencia que declaró las actividades y materiales de varias plataformas mediáticas como “extremistas”. La misma resolución también afectó a otras plataformas y a varias personas. Abogados y periodistas expresaron su intención de apelar, insistiendo en la naturaleza política de las decisiones.

«Este es otro giro en las prácticas represivas, que afecta no solo a los implicados en el caso, sino también a sectores más amplios de la sociedad — tanto a nivel reputacional como por el riesgo de criminalización de personas no vinculadas», subrayó la persona afectada.

Contexto y marco legal

Según el artículo 3 de la Constitución de Interpol, la organización debe abstenerse de cualquier actividad o intervención de carácter político, militar, religioso o racial. Las solicitudes que encajen en estas categorías deben rechazarse en la fase de verificación de conformidad.